(302 palabras) El bien y el mal siempre van juntos. Encontramos esto no solo en la vida real, sino también en lo literario. Recordemos, por ejemplo, la historia de N.V. El "Retrato" de Gogol. Podemos dividirlo condicionalmente en dos partes: mal y bien. ¿En qué se manifiestan estos conceptos opuestos?
En la primera parte nos familiarizamos con el joven artista Chartkov. Es talentoso, ambicioso, pero pobre. Está perplejo, ya que los artistas que pintan retratos por encargo están llenos de clientes ... Pero todo cambia de la noche a la mañana: el héroe compra un misterioso retrato de un extraño por el último dinero. Por la noche, Chartkov tuvo un sueño: un anciano pintado sale del lienzo y le muestra dinero al artista. "Esto es solo un sueño", pensó el héroe, pero no: ¡realmente hay dinero! Es entonces cuando cambia la vida del héroe. La sed de dinero crece cada día, y la idea de dibujar por encargo ya no parece tan mala. El dinero y la fama fluyeron. Y solo después de que el pintor una vez reconocido ve el trabajo de otro maestro, se da cuenta de que su don está perdido. En busca de la riqueza, el héroe perdió su alma. Todo esto simboliza una sola cosa: el mal. En lugar de talento real, el héroe elige la riqueza material.
A pesar de que la segunda parte sigue la historia de Chartkov, en términos de tiempo, ocurre mucho antes de eso. Ante nosotros hay un artista completamente diferente que recibe un pedido para un retrato: es necesario dibujar un prestamista desconocido con ojos expresivos. El héroe asume este trabajo, pero se da cuenta de que cometió un error. Algo malo le sucede a todos los que tienen esta imagen en sus manos. El prestamista muere, pero el artista todos los días confía en que cometió un pecado terrible. Decide ir al monasterio, donde luego pintará el ícono de la Natividad de Jesús. Este trabajo lo trae de vuelta a la vida. Esta parte es "buena": muestra una expiación maravillosa.
Así, en la novela "Retrato", el bien y el mal están interconectados. El primero se manifiesta con el reconocimiento del pecado y el deseo de expiarlo. Y el segundo, en un esfuerzo por ganar fama y fortuna, pase lo que pase.