(298 palabras) Los maestros usan diferentes enfoques para los estudiantes en su trabajo. Alguien los regaña con palabras fuertes, alguien apela a la vergüenza y la conciencia, y algunos prefieren no darse cuenta de los trucos juguetones de los muchachos. Pero no Harlampy Diogenovich de la historia de Fazil Iskander "La decimotercera hazaña de Hércules".
Harlampy Diogenovich - profesora de matemáticas. No informa a los estudiantes, no los lee, no los expulsa de la clase. En cambio, el maestro usa una opción de ganar-ganar: hace reír a los estudiantes ridículos frente a toda la clase. Y nadie quiere verse gracioso. Un estudiante que viola la disciplina comprende lo ridículo que es, y luego trata de no caer en la "trampa". El maestro aplicó su método al héroe en nombre de quien se está llevando a cabo la narración. El niño no pudo resolver su tarea, pero, después de haber llegado a la escuela una hora antes del comienzo de las clases, jugó al fútbol, en lugar de preguntar a los excelentes estudiantes cómo se resuelve el problema. Cuando comenzó la lección, el médico y la enfermera buscaron por error en la clase. El estudiante decidió aprovechar la oportunidad y convenció al médico de que su clase debería vacunarse primero. Después de que todos fueron vacunados, Kharlampy Diogenovich, como solía hacer antes de la llamada, comenzó la historia de un antiguo héroe griego. Pero resultó que el maestro cuenta la historia de cómo un joven intentó lograr la decimotercera hazaña de Hércules, no por coraje, sino por cobardía. Pronto se hizo evidente que se trataba de un narrador de historias. El profesor lo llamó a la pizarra. Toda la clase se rió del niño. Y desde entonces, comenzó a tomar en serio la tarea.
Me parece que el segundo nombre del profesor fue elegido por alguna razón. Diógenes es un filósofo griego antiguo. El patronímico "Diogenovich" indica la sabiduría de su dueño. De hecho, Kharlampy Diogenovich es un maestro sabio que usa la risa con fines educativos. Gracias a su método, el personaje se fortalece entre los estudiantes, los niños aprenden a tratarse con humor. Creo que Kharlampiy Diogenovich, como un verdadero maestro, trajo a sus alumnos lo más valioso: el hábito de cumplir honestamente sus obligaciones y un sentido del humor saludable.